domingo, 31 de enero de 2016

¿Qué tipo de maestra quiero ser? 2.0

Cuando se me planteó esta pregunta al inicio del curso no sabía qué responder exactamente. "Pues una buena maestra que entienda a los niños y sepa ayudarles", pensé. Lo típico, ¿no? Buscando en mi mente, llegué a la conclusión de que lo más importante para un maestro es dejar huella, ya que creo que sólo de esta forma se puede ayudar verdaderamente a los niños a convertirse en personas. Escarbando un poco más, encontré las palabras adecuadas y escribí que el maestro ideal tenía que ser empático, motivador, creativo, paciente y flexible, entre otras cosas.

Mi opinión no ha cambiado mucho en estos últimos cuatro meses y en general sigo pensando de la misma forma que entonces. Pero si tuviera que elegir algo que verdaderamente he aprendido, o más bien de lo que me he dado cuenta, ha sido la enorme responsabilidad que tiene el profesor. Sí sabía que era un oficio de mucho peso, pero no me imaginaba la cantidad de trabajo que hay detrás ni me paré a pensar en lo importantes que son los maestros para la sociedad. Y es que ellos son los encargados de formar a personas, de explicar a los niños qué moneda le darán al dependiente cuando paguen un libro de 18 euros con un billete de 20, sí, pero también de enseñarles a ser empáticos y honestos, a respetar a los demás, a quererse a sí mismos.

Lógicamente, todo lo dicho conlleva un gran trabajo que no se ve y que creo que no se valora como debería: planificar las sesiones, conocer a cada niño para saber de qué manera ayudarle mejor, tener claros unos objetivos y saber cómo conseguirlos, colaborar con los padres... y mil cosas más que nunca imaginé que hacían mis profesores. Ahora pienso en ellos y veo a personas comprometidas que realmente trabajan muy duro, y mi respeto y admiración se duplican. Esto es lo que me llevo, una visión de esta profesión un poco más aproximada a la realidad y no tan romántica como era al principio (aunque siempre sin perder ese toque, ¡que una pizca de utopía nunca viene mal!). Así que ahora puedo completar mi frase inicial y decir que quiero ser una maestra que deje huella, y que además entienda la responsabilidad que esto supone, que sea capaz de trabajar duro para formar mejores personas y, sobre todo, que disfrute ayudando a los niños y les haga disfrutar también a ellos.

viernes, 29 de enero de 2016

Nuestro trabajo con Prezi

Uno de las actividades colectivas de esta asignatura ha sido resumir por grupos los capítulos 7-11 del libro 11 Ideas Clave. Cómo aprender y enseñar competencias del que ya hablé en el anterior post. A mí y a mi grupo nos tocó resumir el último capítulo, en el que se profundiza en el tema de la evaluación por competencias. Resumidamente, el punto clave se basa en la idea de que una competencia está formada por componentes actitudinales, procedimentales, conceptuales y factuales y, por tanto, a la hora de evaluar hay que valorar todos ellos (y no sólo los factuales y conceptuales, como se tiende a hacer). De esta forma estaremos evaluando cada pieza del puzzle sin dejarnos ninguna.

Extraída de Creative Commons Search

Aquí os dejo el enlace a la presentación que usamos para la exposición oral, realizada con Prezi, a modo de aperitivo (¡por si al final os engancha y os animáis a leer el libro entero!)

domingo, 3 de enero de 2016

La evaluación por competencias

El siguiente póster se basa en el último capítulo del libro 11 Ideas Clave. Cómo aprender y enseñar competencias, de Antoni Zabala y Laia Arnau, en el que se trata brevemente el tema de la evaluación por competencias:

Elaboración propia (realizado con Piktochart)

Podemos resumir que, entendiendo que una competencia está formada por distintos componentes (hechos, conceptos, procedimientos y actitudes), lo que se pretende es cambiar la forma de evaluar a los niños para así poder valorar todas las partes de una competencia. Por tanto, opino que es imprescindible para un maestro conocer exactamente qué características tienen estos componentes y pensar con qué actividades pueden evaluarse mejor, ayudándonos siempre de los distintos indicadores de logro de la competencia en cuestión.


Las competencias básicas de nuestro currículm

El currículum de Educación Primaria de las Islas Baleares recoge ocho competencias básicas:

Elaboración propia (con la herramienta Piktochart)

Estas ocho competencias se encuentran en todos los currículos del resto de comunidades autónomas, con alguna variación en las denominaciones, exceptuando el caso de la competencia emocional,que sólo está presente en el currículum de Castilla-La Mancha. A modo de reflexión, considero que sería interesante que incluyéramos esta competencia, referida a la construcción del autoconcepto personal y académico, el desarrollo de la autoestima, las relaciones positivas con los demás... ya que, aunque obviamente estos aspectos se tratan de forma transversal en nuestro currículum, quizás no estaría de más plasmarlos en una competencia. ¿Vosotros qué opináis?